El budismo en Vietnam en Vietnam es una religión que data de hace más de dos milenios y se originó en el este de Asia. Es un factor importante y estructurador para la visión del mundo, la ideología política, la identidad personal o étnica, el idioma hablado o escrito, y la cultura material (artesanía) o inmaterial (arte, canto). En el siglo XXI, sigue siendo un legado compartido por millones de habitantes en el vasto territorio de la región.
¡Ven a descubrir con nosotros esta religión, pero también esta filosofía de vida!
Siddhartha Gautama, también conocido como Buda, es el fundador del budismo en Vietnam. Nació alrededor del año 563 a.C. en Lumbini, en el actual Nepal, en una familia real perteneciente a la tribu de los Shakya. Su padre, el rey Śuddhodana, y su madre, la reina Māyā, vivían en el palacio de Kapilavastu. La leyenda cuenta que la reina Māyā tuvo un sueño profético en el que un elefante blanco entraba en su costado, anunciando el nacimiento de un gran ser. Siddhartha nació en el jardín de Lumbini, y se dice que inmediatamente dio siete pasos, declarando que sería el Buda.
Siddhartha creció en el lujo del palacio de Kapilavastu. Su padre, deseoso de protegerlo de los sufrimientos del mundo, lo rodeó de todas las formas de comodidad y placer, impidiéndole ver el sufrimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte.
A pesar de los esfuerzos de su padre, Siddhartha finalmente se enfrentó a las realidades de la vida durante cuatro salidas fuera del palacio. Estas reuniones se conocen como las “Cuatro Visiones” o “Cuatro Reuniones”:
Viejo: En su primera salida, Siddhartha vio a un anciano encorvado por la edad, descubriendo así la realidad de la vejez.
Enfermo: En su segunda salida, vio a un hombre gravemente enfermo, tomando conciencia de la realidad de la enfermedad.
Cadáver: En su tercera salida, vio un cadáver en descomposición, comprendiendo la realidad de la muerte.
Asceta: En su cuarta salida, se encontró con un asceta errante (persona que, por piedad, se impone ejercicios de penitencia, privaciones, mortificaciones), un hombre que había renunciado a los placeres del mundo para buscar la verdad espiritual. Este encuentro inspiró a Siddhartha a buscar una solución a los sufrimientos de la vida.
Las búsquedas de la iluminación en el budismo en Vietnam se refieren a las prácticas, enseñanzas y caminos que los budistas siguen para alcanzar el despertar o la iluminación, un estado de comprensión profunda y liberación del sufrimiento.
Profundamente conmovido por estas visiones, Siddhartha decidió abandonar el palacio y a su familia para convertirse en un asceta y buscar una respuesta al sufrimiento humano. Tenía entonces 29 años. Durante seis años, Siddhartha practicó disciplinas ascéticas extremas, buscando la iluminación a través de la mortificación de su cuerpo. Sin embargo, finalmente se dio cuenta de que estas prácticas no conducían a la liberación. Abandonando las prácticas extremas, adoptó el camino del «Medio Mayor», un equilibrio entre la autoindulgencia y la automortificación.
Siddhartha se sentó bajo el árbol de la Bodhi en Bodh Gaya, decidido a meditar hasta alcanzar la iluminación. Después de una noche de profundas meditaciones y de enfrentarse a las tentaciones de Māra, el demonio de la ilusión, alcanzó el Despertar, convirtiéndose así en el Buda, «el Iluminado».
Durante los 45 años siguientes, Buda viajó por el norte de la India, enseñando y fundando la comunidad budista (Sangha). Sus enseñanzas se preservaron en forma de sutras y fueron transmitidas por sus discípulos.
Siddhartha Gautama transformó así su propia búsqueda espiritual en un camino universal de liberación del sufrimiento, fundando una tradición que continúa influyendo en millones de personas en todo el mundo.
Los términos «Gran Vehículo» (Mahāyāna) y «Pequeño Vehículo» (Theravāda) se utilizan para diferenciar dos grandes corrientes del budismo en Vietnam que se desarrollaron con el tiempo, cada una con sus propias prácticas, filosofías y objetivos espirituales.
El «Pequeño Vehículo», o Theravāda, proviene de los monasterios que promueven un ascetismo estricto y puro. Según este vehículo, primero hay que salvarse a uno mismo para luego poder salvar a los demás.
Es la tradición budista más antigua, que se remonta directamente a las primeras enseñanzas del Buda y a los primeros textos budistas. Se practica principalmente en el sudeste asiático, especialmente en Sri Lanka, Tailandia, Birmania, Laos y Camboya. También se practica en el sur de Vietnam.
El objetivo principal es alcanzar un estado de liberación y nirvāṇa después de una larga práctica meditativa y desarrollo de la sabiduría. El Theravāda pone una gran importancia en la meditación, la disciplina monástica y la práctica ética estricta.
Los monjes Theravāda no son estrictamente vegetarianos. Comen lo que les es ofrecido por los laicos, incluida la carne, siempre y cuando el animal no haya sido matado específicamente para ellos. Siguen la regla de los tres «vacíos»: no deben haber visto, oído o sospechado que el animal haya sido matado específicamente para ellos.
Los monjes suelen comer una vez al día, antes del mediodía. Dependiendo de las ofrendas alimentarias, no deben cocinar ni almacenar comida.
El «Gran Vehículo», o Mahāyāna, es más tolerante en la práctica. Según este vehículo, es al salvar a los demás que uno puede salvarse a sí mismo. Este enfoque ha desarrollado una moralidad de gran importancia.
Esta tradición apareció algunos siglos después del Buda y se desarrolló como un movimiento más inclusivo y diverso que el Theravāda. Se practica principalmente en Asia del Este, especialmente en China, Japón, Corea, Vietnam, y en algunas regiones de Nepal y Bután.
El objetivo principal es convertirse en un bodhisattva, un ser iluminado que aspira a alcanzar la iluminación no solo para sí mismo, sino también para ayudar a todos los seres sintientes a lograr el despertar. Incluye la meditación, los rituales, los mantras y las prácticas devocionales, así como la práctica de la compasión y la ayuda a los demás.
Muchas escuelas del budismo en Vietnam Mahāyāna fomentan o exigen el vegetarianismo estricto para los monjes y, a menudo, para los laicos. Esta práctica se basa en el principio de la compasión hacia todos los seres vivos.
Los monjes Mahāyāna pueden tener dietas variadas, pero el vegetarianismo suele ser practicado. Los monjes pueden comer varias veces al día, pero siguen reglas alimentarias específicas y pueden observar ayunos en ciertos períodos. Descubrir más>>Learn More
En el siglo XX, el budismo en Vietnam se difundió en Occidente, atrayendo a numerosos adeptos gracias a sus prácticas de meditación y su filosofía de compasión y sabiduría. El budismo en Vietnam continúa evolucionando e influyendo en millones de personas alrededor del mundo, ofreciendo caminos para la transformación personal y una comprensión profunda de la naturaleza del sufrimiento y de la existencia.
Así es como hoy se manifiesta el budismo en Vietnam en la vida cotidiana de los laicos.
Altar del hogar Budista
Un altar budista es a menudo un elemento central de la práctica espiritual diaria para los creyentes. Una representación del Buda se coloca generalmente en el centro del altar. Esto puede ser una estatua o una imagen.
Incienso: Encender incienso es una práctica común para honrar al Buda y purificar el espacio.
Velas: Las velas simbolizan la luz de la sabiduría que ilumina la ignorancia.
Flores: Representan la impermanencia y la belleza de la vida.
Comida: Frutas, agua y a veces otros alimentos pueden ofrecerse para mostrar gratitud y respeto.
Textos Sagrados: Sutras o libros de oraciones pueden colocarse en el altar.
Objetos Rituales: Esto puede incluir cuencos de ofrendas, campanillas y mala (rosarios de cuentas para la oración)
Meditación: Los creyentes budistas pueden meditar diariamente, a menudo por la mañana o por la noche. La meditación puede incluir prácticas de atención plena, concentración, o meditaciones específicas como la meditación sobre la compasión.
Oraciones y Cánticos: Las oraciones y los cánticos de mantras son prácticas comunes. Los mantras pueden recitarse para conectar con cualidades espirituales específicas o para invocar protección y bendiciones.
Lecturas y Estudios: Leer textos budistas, sutras y comentarios puede ser una parte regular de la rutina diaria para profundizar la comprensión de las enseñanzas del Buda.
Rituales del Altar: Encender velas e incienso, hacer ofrendas de flores y alimentos, y recitar oraciones frente al altar son prácticas comunes. La limpieza y el mantenimiento del altar también son importantes para mostrar respeto y devoción.
Atención Plena: Practicar la atención plena en todas las actividades diarias, ya sea al comer, trabajar o interactuar con los demás. Esto significa estar plenamente presente y atento en cada momento.
Ética y Comportamiento: Vivir de acuerdo con los Cinco Preceptos: evitar dañar a los seres vivos, robar, mentir, comportarse de manera inmoral en el plano sexual y consumir sustancias intoxicantes. Cultivar cualidades positivas como la compasión, la generosidad, la paciencia y la sabiduría.
Servicio y Compasión: Participar en actividades benéficas, ayudar a los demás y mostrar compasión y bondad en todas las interacciones.
Reflexión y Contemplación: Tomarse un tiempo cada día para reflexionar sobre las enseñanzas del Buda, la naturaleza del sufrimiento, la impermanencia y otros aspectos de la realidad budista.
Nuestras ultimas palabras,
El budismo en Vietnam en Vietnam es una parte fundamental de la cultura y espiritualidad vietnamitas, integrando influencias del Mahāyāna y del Theravāda. Juega un papel crucial en la vida cotidiana y en las prácticas religiosas de los vietnamitas. Hoy en día, sigue promoviendo valores de compasión, paz y sabiduría en la sociedad vietnamita.
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Marine Denis – Dang Khoa (Aucoeurvietnam – Agencia de viajes local en Vietnam)
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